Los alimentos naturales se
definen como aquellos que han sido cultivados, procesados, empaquetados y
almacenados sin emplear aditivos químicos. Son aquellos que al ser consumidos
tienen dentro de la concepción de naturismo o la nutrición con alimentos
naturales, que se emparenta mucho con el vegetarianismo se promociona la
sustitución de los elementos elaborados por productos más vírgenes y simples.
Por ejemplo la sustitución de
azúcar de caña que tiene importantes procesos para su elaboración por mieles o
jarabes frutales. El reemplazo de grasas animales por otras de origen vegetal.
Un positivo efecto sobre nuestro organismo y a la vez, su consumo no resulta
perjudicial para la salud. Dentro de la definición también se contempla una
distinción entre los alimentos naturales y los procesados, considerando que los
alimentos crudos son alimentos naturales por excelencia.
Los procesos de cocción son
también considerados contrarios a los alimentos naturales y a su preparación
para su ingesta. Se considera que el calor genera modificaciones importantes de
los alimentos a nivel molecular, destruyendo la mayor parte de los nutrientes
en especial las vitaminas, minerales y enzimas.
¿Qué son los Alimentos Naturales?
Dentro de los alimentos
considerados naturales y de mayor popularidad se encuentra el Yogurt y otros
derivados de las leches fermentadas. Son excelentes en aportes de calcio,
proteínas y muy bajos en grasas. El consumo del yogurt en los últimos 30 años a
crecido casi un 400% su gran aceptación por parte de todos los paladares y
consumido con placer por los niños han permitido aumentar el consumo de calcio
y mejorar la calidad de las personas en forma significativa.
Una de los elementos más
combatidos por los naturistas o consumidores de los alimentos naturales son los
aditivos, sustancias utilizadas para complementar, estabilizar, saborizar o
conservar los mismos por mayor cantidad de tiempo. En especial esta capacidad
de conservación es la más resistida, dado que esta capacidad para impedir los
procesos naturales de descomposición siguen activas luego de ser consumidas por
el hombre, generando distintas reacciones en el organismo.
Dentro de esta categoría de
alimentos naturales, están comprendidos e incluidos los alimentos orgánicos.
Por definición los productos orgánicos están englobados en esta categoría, y
para certificarlos deben cumplir rigurosos exámenes que garantizan que los
mismos no solo no han sido afectados por aditivos, sino que en todo el proceso
no afectan en forma directa o indirecta con el medioambiente. Es por esto que
en el proceso de cultivo o cría, en la cosecha, y en la posterior elaboración
no se pueden utilizar productos químicos tóxicos, ni procesos que afecten la
calidad nutritiva de los alimentos.
Se prohíbe el uso de plaguicidas,
pesticidas o herbicidas, se respetan los tiempos de desarrollo natural, no se
pueden utilizar antibióticos o anabólicos, ni producir en forma intensiva. Lo
que busca la certificación de producción orgánica es darle al alimento natural
un elemento demostrativo y trazable de que en todos los estados se han
respetados las premisas de lo natural.
Los mayores beneficios de un alimento natural son:
- Sabores más intensos.
- Mayor cantidad de nutrientes al respetar los procesos de maduración.
- Ausencia de productos químicos.
- Ausencia de aditivos que alarguen la duración natural de los productos elaborados.
- Mayor cuidado del planeta y del medio ambiente al prohibir el uso de agro-tóxicos.
- Eliminación de peligrosos anabólicos y antibióticos en los alimentos cárnicos que pueden pasar al cuerpo humano.
Otro aspecto que hoy en día está adquiriendo muchísimo interés en relación con la “alimentación natural” es el de los llamados productos “ecológicos o biológicos”. Para que un producto pueda ser comercializado como ecológico requiere una serie de requisitos, estipulados de acuerdo con la Normativa Europea: está prohibida la utilización de hormonas, abonos inorgánicos, plaguicidas y herbicidas compuestos por productos químicos y, así, únicamente los abonos orgánicos, como el humus se utilizan para estos cultivos.
Muchos de los defensores de los
productos ecológicos asumen que los aditivos, contaminantes ambientales e
incluso los contaminantes de origen microbiano o de la propia composición no
están presentes en estos productos. Es verdad que los residuos de pesticidas,
herbicidas y fungicidas pueden ser menores en estos productos pero no existe
ninguna garantía de que no contengan otras sustancias potencialmente tóxicas
(microbios, toxinas naturales) (Jellife and Jellife, 1982). Así, contaminantes
ambientales como bifenil polibromados, bifenil policlorados y cetonas pueden
estar presentes.
Contaminantes microbiológicos
como las esporas del “Clostridium Botulinum” se han descubierto recientemente
en miel producida mediante cultivos “ecológicos (Andrews, 1979) y algunas de
las toxinas, como es el caso de las aflatoxinas de los mohos, que como ya se ha
comentado pueden aparecer como constituyentes tóxicos de algunos alimentos “per
se”, tienen tanta probabilidad de aparecer en un alimento ecológico como en uno
tradicional. Los fertilizantes procesados pueden ser de tanta calidad y
corregir deficiencias nutricionales de la misma manera que los que proceden del
suelo cuando son correctamente utilizados.
0 comentarios:
Publicar un comentario